Crítica de la película Sherlock Holmes por Hypnos

Reconozco que no se podía ver una película con menos ganas de las que tenía, según expuse en mi precrítica, y cuando a uno le sorprenden de esta manera para bien, no le queda más que reconocer la evidencia.

Quiero destacar por encima de todo la inteligencia que han mostrado los guionistas o los productores a la hora de colocar el producto. Alguien ha sabido captar lo que seguro iba a funcionar. Como comentaba mi compañero Sherlock, hay mucho de Holmes en House, y House ahora mismo es un producto de éxito, ergo lo que debía hacerse era crear un Holmes al estilo de House y dotar a la relación entre Holmes y Watson de los ingredientes que tiene la relación entre House y Wilson. El público encuentra algo que le gusta y reacciona en taquilla.

Pero lejos de conseguir la reacción en taquilla del público, que en el fondo es algo que me trae sin cuidado, funciona, como han comentado los que me han precedido, la química entre Watson y Holmes, con dos grandísimas composiciones a cargo de los sobrados de talento Law y Downey Jr. Tienen chispeantes réplicas que provocan la familiaridad y la risa. Conectan claramente.

Ritchie consigue muchos logros con la cámara, estando por encima de todo un ritmo endiablado, con una magnífica presentación a la manera de primera escena, en la que pone las cartas boca arriba. La película tiene una muy interesante ambientación, consiguiendo una estética de cómic entre Vidocq y From hell. Curiosamente esta película tiene más de From Hell que la propia adaptación que hicieron los hermanos Huges.

Uno echa en falta un poco de oscuridad en el personaje de Holmes que le dote de mayor vida, de mayor complejidad, que quizá aparezca en los sucesivos capítulos de lo que promete ser una exitosa saga, con un gran Moriarty en segundo plano, en la oscuridad, guardándose un as bajo la manga.

Tampoco termina de estar muy logrado Lord Blackwood, con un Marc Strong que no termina de dar la talla, pero con una investigación que resulta de interés y trepidante, a la par que divertida. Es que la película se me ha pasado volando.

Una investigación con una resolución aceptable, si tenemos en cuenta que no se trata de lo más interesante del film, o al menos que no se trata de lo que más interesa a Ritchie, encadilado por mostrar el Londres victoriano y por explotar la pareja protagonista. Su resolución, como digo, me parece aceptable, con una escena de explicación tan justa, mala o buena, según como quiera mirarse, que la que contenía El truco final.

Mi aplauso.