Ojalá me equivoque. Me consta que a mi compañero Sherlock le ha gustado la película. De hecho, para cuando publique esto quizá él ya haya publicado su postcrítica. Pero lo dicho, le ha gustado.
Yo voy con miedo, o no con miedo, voy con curiosidad y a su vez esa distancia escéptica y cínica de quien parece convencido de que "esto no va conmigo". Pero claro, a su vez esa cierta cobardía: ¿Y si al final me gusta olvido esa postura y disfruto callado y sin hacer ruido? Bueno, pues para eso publico esta precrítica, para que quede claro que de salida no me fío mucho, que la apuesta de Garci y Torres Dulce me parece trasnochada, imposible. O mejor: Improbable. No quiero pasarme de tajante.
Esa es mi posición de salida, ahora toca pistoletazo y ya veremos, ya...
El elenco actoral es muy Garci. No sé. Su concepción teatral del gremio interpretativo casa con su manera de ver el Cine pero no con lo que la gran mayoría de los espectadores podrían esperar o pedir. Pasa lo mismo con su forma de filmar, con su puesta en escena -más que lenta, estática-. Es un Cine de otra época, ni siquiera de otra época a un nivel global, si no de otra época y muy de este país, probablemente; una manera incluso televisiva de ofrecer la historia, porque es eso: no se cuenta, se ofrece. Realmente son los actores y los escenarios quienes la cuentan y la cámara y el director son simples canales a través de los cuales se traslada ese contenido hasta los ojos y oídos del espectador.
Así será este Sherlock Holmes pasivo y contemplador. Garci cien por cien, tampoco nos llevemos a engaño. Quien acuda a ver la película sabe lo que le espera. Y habrá quien se lleve las manos a la cabeza. Pero también quien la disfrute, porque él todavía tiene su público y, las cosas como son, la integridad y la coherencia con su particular forma de hacer cine no se le pueden negar.