El drama de trasfondo era lo suficientemente bueno como para haber hecho una gran película.
Ésta es mi conclusión. ¿Y por qué no creo que es una buena película?
Para empezar porque las cartas se nos ponen sobre la mesa con excesiva rapidez. La presentación del personaje de Lars está muy bien, un chico malo rehabilitado, la de Tim es menos brillante, pero la que es muy mala es la de Hans, el pedófilo.
La película empieza a cojear después de que resuelva el entuerto con excesiva rapidez. Si el personaje del pedófilo hubiera tenido más entidad, la película hubiese entrado en una buena dinámica, pero como a los 20 minutos ya tiene una cinta que le incrimina y capacidad de intimidación nula, ¿qué nos queda?
Todas las limitaciones de actuación que se le presentan a Lars no resultan creíbles. Y mucho menos cuando el director sale del entuerto con la invención del periodista sobre la brigada antipedófila, que no tiene ni pies ni cabeza.
Los personajes dan la sensación de no actuar con lógica. ¿Por qué Lars no va con Tim a ayudarle? ¿Por qué Tim va a casa del pedófilo a refugiarse tras el segundo ataque del comando antipedófilo? ¿Por qué el pedófilo es un saco con el que practican boxeo?
Demasiadas preguntas sin respuesta.
De la película me quedo con la manera en que rueda el suicidio de Hans. Nunca lo había visto. De aplauso. Y también me quedo con la relación entre Noorna y Lars.
El resto me parece un laberinto de excusas para que el guión llegue a la hora y media. Una lástima.