El film es difícil de escoger en la estantería de las opciones, porque tiene un público ya acostumbrado a otras opciones más comerciales, porque la mayoría de los señores que buscan cine es para la acción, y porque no nos engañemos, el cine así de poco presupuesto a veces no llama la atención. Pero en esta ocasión, la tentación fue alta y yo me siento contento de haber elegido este destino con una película mucho más graciosa y entrañable de lo que esperaba.
Es cierto que la sensiblería es mucha, pero en medio como un personaje más se nos presenta una familia, hilo de comunicación, que resulta tan hilarante y exagerada que logra el cariño de un espectador que se engancha rapidamente. Sin dejar a un lado el discurso de los sentimientos, para llegar a un punto familiar y de aprecio, nos muestra un mundo personalizado, curioso y distinto que sirve para hacer un reflejo que nos sirve para proyectar nuestras sensaciones con las del film. Bingo.
Si la cámara no es para tanto, no lo necesita, si la banda sonora es un poco pobre, y los personajes a veces demasiado demasiado, no es motivo para alejarnos del metraje, porque nos gusta, nos engancha y sobre todo, no resulta pesado sin dejar a un lado su mensaje.