Simplemente los datos de la película, que no ha caído en mis garras a pesar de su edad, son suficiente para declarar mi buena predisposición para con ella. Se trata de un documental del año 1985 premiado en Cannes a la mejor contribución artística que narra la vida dentro y fuera del arte del dramaturgo japonés Yukio Mishima. Cuatro capítulos distintos deben de ser la forma de acotar lo que debió de ser un excelente hombre de las artes que como se verá llegó a límites insospechados.
Paul Schrader (en la reciente e inédita The Walker) se encarga de la dirección bien acompañado del fotógrafo John Bailey, tratando de inspirar el tono necesario sin olvidar entrar en el pasado del personaje desgarrador. Sinceramente me espero un conjunto de buenos monstajes alrededor de un elemento de discusión tan importante como para no apartar del ojo de la pantalla. Ya tenía curiosidad, un compañero precrítico la aumentó y ahora puede ser una oportunidad de reafirmarme.