Ha estado bien. Este grupo de cortos que se alejan del punto en común de la final de la Champions cada vez más, mantienen ese toque extraño de las situaciones y aunque algunas son descaradamente perdidas y poco afines con una realidad que pretende buscar, sirven.
No está demasiado elaborada, la sencillez es una nota alta porque conserva el aire genuino de una idea, a pesar de esto con detalles de cámara y situaciones hasta cierto punto divertidas.
Desde luego, salvo en la última historia no se quita el ojo de la pantalla.