Crítica de la película Guest por William Munny

Este popular director que pulula por los festivales mejor que en la cartelera, se atreve de nuevo a mostrar otro de sus viajes existenciales o de muestra, de observación a lo Guerín (En la ciudad de Sylvia, En construcción), en lo que es una oferta que no llenará las almas del espectador más comercial, pero sí que recibirá como siempre una buena crítica por la sinceridad y propiedad de su obra.

Difícil de entender o de seguir pero fácil de admirar uno ve claramente lo bueno de su obra, aunque sus inquietudes, que se vislumbran, puedan pertenecer a otra dimensión de pensamientos plasmados en una serie de tomas, en esta ocasión, de cámara digital en mano.

No me gustaría decir sesuda, pero es la mejor manera de hacer huir a quienes pretendan divertirse cambiando eligiendo este film. Si quieren probar algo nuevo que no usen a Guerín para eso. Hay que ir a verle comprometido con él y su cine, tratando de estudiarlo con humildad. Protesta calma, así me gusta describir el sentimiento y maneras de un director de los de antes, de los amantes del cine, que se alejan de los dineros y los guiones que lo generan. Y punto.