Crítica de la película Star Wars, Episodio III: La venganza de los Sith por Iñaki Ortiz

Esta película no es que sea la mejor de la trilogía, es que está a por lo menos un parsec de distancia de las otras dos. Está a otro nivel. Ni en mis más optimistas previsiones había pensado que sería así. Y es que me pregunto ¿por qué han tenido que ser tan malas sus predecesoras?


Lo primero que me llama la atención es la nueva dirección, que me recuerda a los tiempos del episodio IV, cuando Lucas era un director de cine. El ambiente, la atmósfera oscura, está muy logrado. En la escena de Anakin y Palapatine en el “teatro visual” o lo que fuera eso ¿Space Opera?, me dieron ganas de ponerme de pie y empezar a aplaudir. Que silencios, que ambiente, que magia, cuanto reverso tenebroso. He dicho silencios, y es que es de lo mejor, ¡hay silencios en la película! Momentos en los que “no pasa nada”, cuanta falta hacían. Lucas se toma su tiempo, porque (parece ser) esto es lo que realmente quería contar y lo demás sobraba. Porque sobra.

El personaje de Anakin es infinitamente más profundo y bien construido. Me pude identificar con él, con sus fantasmas y sus deseos, de lo mejorcito. Atrás quedaron los momentos de diálogos ridículos. Aquí es una persona dual y no polar como en el episodio anterior. La interpretación de Hayden Christensen es de altura. Ya me había gustado en la anterior pero su personaje era una patata. Esta vez tiene fuerza, mucha fuerza. Sus diálogos son mucho más pulidos y tienen sentido y sus problemas éticos también. Por ejemplo, la escena en que Windu está a punto de matar al futuro emperador, realmente tiene razón, Windu no está actuando a la manera Jedi, y te hace plantearte (al menos a mí) si no hay parte de razón en que la orden Jedi es un tanto cercana a lo que persigue, al fin y al cabo, toman decisiones que afectan a toda la república y sin contar con nadie.

Pero volviendo a la película, he de decir que he estado pegado a la butaca de principio a fin. La carga emocional (emociones de todo tipo, tensión, incluso tristeza) es muy fuerte. Diría que más fuerte que en las anteriores, pero es que en las anteriores no había. Diría que más fuerte que en los episodios V y VI.

El plano inicial es una nueva versión, adaptada a los fx de hoy en día, del plano inicial del episodio IV. Es decir, acojonante. Los efectos especiales son de lo mejorcito en toda la película. Mucho mejor integrados con la realidad que en las anteriores. Integrados con esa imagen grisacea a veces o oscura en otras ocasiones. Gran demostración de poder con la lava. Sobresaliente.

Es cierto lo que dice Beiger de R2. Y ya la escena en que prende fuego al aceite... nos estamos pasando un poquito.

La estética retro ha vuelto. Que maravilla. Con sus pasillos blancos y con toda la iconografía de las viejas películas. Poco a poco desaparecen los dibujitos y vuelven los grandes trastos roñosos.

Grandes momentos y grandes personajes con carisma. Obi-Wan se parecía (físicamente) mucho más a Alec Ginnes. Los momentos comedieta son pocos y son de la talla de C3PO, más que aceptables. Grandes combates (inmenso el esperado combate entre Anakin y su maestro). Dan ganas de ver el episodio IV para ver como sigue la cosa. Creo que un día veré la saga desde el episodio III. Todo tendrá mucho más sentido.

Por último hablar de los villanos. En el episodio I Darth Maul era irrisorio, y sólo aparecía lo justo para llevar al final una pelea de espadas. En el episodio II, el conde Dooku deja mucho que desear. En el episodio III hacen lo mejor que se puede hacer, acabar con el pronto (importantísimo momento). En su lugar, ese magnífico general Grievous. Ya en las letras se me hacía la boca agua esperando al general droide, pero después superó incluso mis expectativas. Que imaginación. Me encanta. Y por supuesto, el villano final, el emperador. Magnífica toda su manipulación. Y esa historia de que mató a su maestro es mitología galáctica pura. Lástima que cuando se está desfigurando tenga un momento un poco “papuchi”, de voz y aspecto.

Ha vuelto la mitología. La primera película es para niños, son las andanzas de un chavalín que hace robots. Sirve sólo para presentar a los personajes. La segunda es para adolescentes, y es una película ¿policiaca? Y sirve para apuntarnos (que no contarnos) la historia de amor y lo que pasa con el ejército. Casi se podían haber ahorrado todo y que las letras iniciales duraran más. La tercera es para adultos, y es una buena película y puede codearse tranquilamente con la vieja trilogía (me atrevería a decir que es mejor que el episodio VI pero es demasiado pronto).

Y es mitología galáctica pura.

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