Crítica de la película Louise-Michel por Keichi

No siempre es sencillo realizar una reseña de una película. A veces uno se topa con producciones desconocidas, auténticas incógnitas en blanco a las que hay que seguir la pista hasta dar con algún dato que nos diga algo. Este es un claro ejemplo. Partimos de una pequeña producción francesa a cargo de dos directores que ruedan su tercera película juntos. Rastreando en las filmografías de Gustave de Kervern y Benoît Delépine de nos encontramos con Aaltra y Avida, dos películas tan surrealistas como divertidas. La sorpresa viene al descubrir que la primera obtuvo incluso un premio Fipresci en el Festival de Londres hace unos años. Esperanzador.

Pasamos a explorar los nombres del reparto. Entre los actores encontramos a unos veteranos Yolande Moreau y Abert Dupontel y a otro intérprete algo más conocido, Mathieu Kassovitz. Curiosamente, todos ellos han trabajado a las órdenes de Jean-Pierre Jeunet en Amelie y Largo domingo de noviazgo. Con estos ingredientes podemos conjeturar un divertimento original y bien interpretado, rodado con pocos medios pero siempre digno. Es lo que tiene el cine: a veces uno no puede presuponerle ni más ni menos, pero siempre está la posibilidad de la sorpresa o el fiasco. Eso si, otro dato más termina de afianzar esas tres estrellas cobardes de la precrítica. Lo cierto es si ha sido seleccionada para participar en la sección oficial del Festival de cine de San Sebastián no puede ser cualquier cosa...