No nos debe caber duda de que nos encontramos, una vez más, ante una labor de traducción estúpida e innecesaria. Del original "Talladega Nights: The ballad of Ricky Bobby" hemos pasado al más castizo "Pasado de vueltas". En fin, que es normal que una película con semejante título eche para atrás.
Sin embargo, esta película viene con la medalla colgada en el bolsillo de su estreno en EEUU, donde lleva dos semanas de líder indiscutible de la taquilla, donde lleva recaudados más de 90 millones de dólares, con lo que ha recuperado la inversión inicial, cifrada en la nada desdeñable cantidad de 72 millones $.
Un título más rimbombante, fríos números, pero poco más he aportado para iluminar la esperanza de mis lectores con el azul de las tres estrellas.
En efecto, tal y como expresaba mi compañero Rómulo y Remo en su precrítica, Will Ferrel no deja de ser un semidesconocido entre nosotros. Pero sus apariciones como actor en "Jorge, el curioso" (poniendo la voz), "De boda en boda", "Los productores", "Embrujada", "Melinda y Melinda", "Elf" y "Zoolander" lo definen claramente como un actor de comedia con mayor o menor acierto en la elección de sus papeles.
Un cómico que empezó su carrera artística en el famoso programa americano de "Saturday Night Live", donde estuvo de guionista el director de este film y amigo de Ferrell, Adam McKay.
La broma de esta película no acaba en un presupuesto mareante y un par de cómicos yankies, sino que también hay que advertir la presencia de John C. Reilly ("Chicago", "Gangs of New York", "El aviador") y Michael Clarke Duncan ("Sin City" y "La milla verde"), dos hombres que suelen mimar sus apariciones.
En definitiva, una película vestida de comedia americana. Pero, ¡ojo! no os llevéis a engaño, que a lo que me refiero es que tendrá sentido del humor USA sobre algo muy USA como puede ser la Fórmula NASCAR, de la mano de unos cómicos que no se ciñen única y exclusivamente al chiste soez.
La película tendrá su punto. Recomendable.