Segunda película como director del guionista Paul Haggis, el hombre que se ha hecho un hueco en Hollywood a base de premios y de un peculiar estilo de engatusar emocionalmente al espectador, algo en lo que se parece muy mucho a otro de los guionistas de referencia en Hollywood, Guillermo Arriaga (Babel o 21 gramos).
El inesperado éxito de Million Dollar Baby sobre la, en mi opinión, muy superior El aviador, le permitió estrenar su primera película como director, el best-seller emocional Crash, una de las películas más sobrevaloradas de los últimos años.
Sirvan estos párrafos introductorios para fijar dos cosas. El guión de esta película será una perfecta máquina destinada a relajarnos el lacrimal y aplastarnos el pecho. En cambio, como director, Haggis aún tiene mucho que demostrar.
La película ha pasado por Venecia 2007 y según la prensa convencional allí desplazada fue injustamente apartada del palmarés.
Un Tommy Lee Jones en estado de gracia, una Susan Sarandon crecida y en busca del Óscar y una Charlize Theron que quiere seguir creciendo, para una de esas películas que hay que ver y de las que todo el mundo hablará, pero de las que nadie se acordará el lustro que viene.
Haggis ya ha aportado al Cine todo lo que tenía que aportar.