Crítica de la película Resident Evil: Venganza por William Munny

Resident evil es una franquicia que siempre funciona. Tiene su público absolutamente entregado y la calidad en cuanto a lo belicoso de su metraje no les defrauda. Si añadimos eso a que los seguidores de los videojuegos y la saga conocen de sobra, con detalle absoluto, los guiños a los personajes del proceso Umbrella, pues el disfrute en las salas es absoluto.

Sin embargo, existe cierto tipo de público que se aleja de este tipo de películas tan localizadas en un determinado espectro del visitante del cine y termina por abandonar en la segunda o incluso tercera entrega. Es como si diera pereza si no tienes mayores motivaciones y cuando coincide en las salas con otro producto competidor caes de la saga y te pierdes en sus evoluciones.

Milla Jovovich es el buque insignia de una película que v a cumplir. Sus tomas y escenas mantienen los momentos calmos del film y en una saga tan larga, que va cayendo a cada paso lo quiera o no se agradece que una actriz fotogénica la ayude a sostenerse. Paul W S Anderson, quien se hizo cargo de la dirección de la primera película y volvió en la cuarta se hace también cargo de esta entrega.