Crítica de la película Genova por William Munny

Michael Winterbottom, ese director talentoso donde los haya, que ya ha demostrado que es una bestia de la variedad, y que no se queda corto en esta ocasión con una historia algo fantasmal, sin embargo, y después de sus éxitos como Código 46, Camino a Guantanamo, Tristam Shandy: a cock and bull history o la reciente Un corazón invencible, por poner algunos ejemplos, no creo que llegue a hacernos sentir tan importantes como en los anteriores films, y me refiero a la humanidad, con ese especial toque de ser humano como centro de todo.

El género que ha elegido, si lo sigue a rajatabla o al menos dentro de las directrices más o menos claras, será un esfuerzo demasiado intenso para un espectador que esperará mucho más de él de lo que la historia le pueda permitir. La única manera de sorprendernos es llevar demasiado lejos de lo estipulado un estilo y una forma de configurar estas historias, que me harían quitar el sombrero en menos de lo que canta un gallo. Creo que en esta ocasión, todo su arte de cámara estará más relegado aunque destaque, pero la historia no será tan adecuada para su estilo.

Colin Firth va a ser su actor importante en esta película (La joven de la perla, La última legión o en la próxima Mamma mía), acompañado de Perla Haney (la niña de Rastro oculto, Kill Bill 2 o Spiderman 3), Catherine Keener (An american crime o Capote) y Hope Davis (El hombre del tiempo o en la próxima Charlie Bartlett) como dos veteranas del cine siendo dos secundarias respetadas en el circuito.