Si alguien cree que esto es una remake de la película protagonizada por Steve Carrell hace así como unos tres años tambien titulada Como la vida misma, aunque pudiera estar en lo cierto porque lo único que les queda por copiar a los americanos son sus propias películas, se equivoca. Sin embargo la culpa solo se la podemos echar de nuevo a los traductores de títulos de este país. Por otro lado, será o no coincidencia, pero quien vaya buscando otra tragicomedia romántica estadounidense como aquella, está de enhorabuena, porque aunque con un argumento diferente, seguro que las premisas sobre la familia, el amor y las relaciones humanas en general siguen el mismo patron de siempre.
El director es Greg Berlanti, quien no se ha había puesto tras una cámara desde hace diez años con El club de los corazones rotos, periodo en el cual se ha dedicado sobre todo a ser productor de varias series como Eli Stone o Everwood...no digo más. Como reclamo en el cartel tenemos a sus dos guapos protagonistas Katherine Heigl (La cruda realidad, 27 vestidos) y a Josh Duhamel (En la boda de mi hermana, Transformers).
Se que este tipo de películas tiene su público, con ganas de no pensar demasiado y pasar un rato entretenido. Pero no es mi tipo de cine, allá cada cual.