Simplemente por Hijos de los hombres hay que ver Gravity y saludar el cine de Alfonso Cuarón (Y tu mamá también o Grandes Esperanzas). El director que gustaba y que con el film base antes mencionado dio un salto de fama e hizo que todos los directores del mundo entendieran que se podía sorprender, retorna con una historia en el espacio.
Si sus temáticas son siempre profundas el espacio obliga y cumple con las necesidades filosóficas que pueda requerir teniendo todo lo necesario para atraer a las masas, salvándose únicamente el que busque acción y fuerza de ataque ya que no existirá de ninguna manera.
George Clooney, que siempre funciona y ya probó en Solaris dentro de una nave, y la que es fácilmente sustituible Sandra Bullock, son los dos actores que tienen que hacer del reclamo un arte si el marketing poderoso que rodea el film fracasase o hiciese dudar.
Con la tensión dramática de sus films y la búsqueda de respuestas a través de personajes agotados pero vivos, únicamente otro personaje estelar puede hacerse un hueco junto a la pareja estrella, los efectos especiales. Un director que los domina pero como tiene mérito dominarlos, desde la sencillez, desde su uso sin notarse, desde lo no obvio para lo obvio.
Un producto que sinceramente seguro que gusta a todos, por muy menos comercial que pueda ser.