El humor, el cine y la historia se unen en esta película británica que busca aunar todo eso para un público especial como el suyo, que disfrutará sobre manera con los hechos históricos que acontecen en el mismo. El discurso del film parece pues, un conato de humanización de personajes de siempre el imperio anglosajón a manos de varios actores realmente carismáticos aunque a uno de ellos no lo pueda yo coger ni con pinzas, su protagonista Colin Firth, Jorge VI de Inglaterra.
El bueno de Colin Firth (Un hombre soltero) está rodeado de dos estrellas como Helena Bonham Carter (Alicia en el país de las maravillas) y Geoffrey Rush (Elizabeth la edad de oro), dos talentos que sin duda parecen no necesitar, a juzgar por la mayoría de críticas, levatar un film de por sí cuadrado pero laxo en su guión. Esperemos que la cintura de sus escenas esté al nivel del resto de público, ese que no está abrigado a la idea del ombliguismo británico.
En pocas ocasiones me dejo llevar por los ánimos de una película que de buenas a primeras no parece que llegue a lo que espera, pero los rumores dejan de ser chismorreos en cuanto son veraces y por esto, necesito y debo, hacer buena cuenta de una película parece que sensata, lista y animada que hará de la tarde o noche o matinal de cine una inversión medianamente bien gastada. Películas así hacen falta, desde luego que sí.