Hace tres años, la película china Mil
años de oración se hizo con la concha de oro en el festival de
San Sebastián. Se sustentaba en pequeñas conversaciones y en lo
cotidiano. Es difícil no pensar en ella al ver esta nueva elección
de la organización para la sección oficial. Claro que si entonces
se trataba de una película de Wayne Wang, ahora nos tenemos que
conformar con el menos conocido Liu Hao.
Este director ha tenido algunos éxitos
moderados en otros festivales con otras películas suyas. Vuelve a
utilizar la misma técnica que en otros trabajos: actores no
profesionales, lo que llevará al límite la sensación de
cotidianidad y seguramente obtendremos una experiencia mucho más
viva.
Trata el tema del Alzheimer, como
también lo hace otra película de la sección oficial, Bicicleta,
cullera, poma. Un tema sin duda importante en nuestra sociedad, y
que muy posiblemente llevará a esta película de la sonrisa a la
lágrima con eficacia. Ahora bien, mucho me temo que pecará de
convencionalidad (a pesar de sus formas, supuestamente arriesgadas),
y pueda llegar a aburrir a los más exigentes.