Estoy espectante ante esta película que tiene a una bicicleta como hilo conductor, del director de "La isla del holandés", nada increíble pero sí interesante y válida, y que ahora nos quiere encandilar con la historia de varias etapas y personas en posesión de este elemento mecánico pero tan humano en manos del cine, un arte muy cercano a veces a estos adjetivos.
Puede que las pocas dosis de conexión fuerzen el encuentro de personajes, e incluso que los cambios de acción y giros sean extraños, pero a veces es necesario para sacar adelante este tipo de producto. Un poco de paciencia.