Crítica de la película Monstruos contra Alienígenas por Obi-Wan

No sé que ha sido peor. Si el patético propósito de hacernos creer que se ha elaborado un guión que no estuviera exclusivamente al servicio unos efectos especiales espectaculares y de una animación 3D asombrosa (sin duda, lo único reseñable de la cinta), si el pobre esfuerzo por crear unos personajes minimamente interesantes o la forzada amalgama de referencias a diversos films como La mosca, Independence Day, La mujer de 50 pies, Mars Attacks, Godzilla o Star Wars entre otros. Vayamos por partes.

Para empezar, es sosa, aburrida y sus chistes no tienen gracia. Ni una sola sonrisa han conseguido arrancarme de los labios. Ni las tonterías payasetas del ente viscoso ese, ni el histérico y irreverente presidente de los EEUU con tupé, ni...espera, ¡oh sorpresa! No he podido encontrar nada más que pudiera intentar ser cómico excepto el momento te escaneo hasta el culo para entrar en la guarida ultra secreta dónde vamos a planear el ataque a los extraterrestres. Lamentable.  

Por otro lado está el planteamiento. ¡Claro! Que podían encontrar más espectacular para crear unas super escenas mega impactantes en 3D que...¡Alienígenas! Y para que luchen contra ellos ¡Monstruos!¡Eso les podía permitir rodar super luchas super gigantes y quedarse con la peña! Motivaciones para los personajes, no hacían falta, ya vamos a destrozar una ciudad gracias a los efectos, así que unos son muy malos y los otros muy raros: un hombre cucaracha, un insecto ultra gigante, un anfibio mutante, una masa viscosa azul nacida de un tomate (que puede ser dónde mas se la hayan currado, seguro que hacían referencia a Leolo). Por supuesto, necesitaban un personaje para poder contar la moraleja de la belleza está en el interior, así que tenemos a  una joven guapa a la que le cae un meteorito encima y crece hasta medir cinco pisos para que sirva de hilo conductor a la historia y punto. 

Y si, por supuesto, la moralina de superación y aceptación de uno mismo como predecía en la precrítica estaba presente, pero ni siquiera eso ha sido sofocante, porque ni en eso se han tomado demasiadas molestias. 

Superflua, vacía y plana. Dreamworks parece haberse vendido a la espectacularidad del 3D. Esperemos y el que sea creyente que rece todo lo que sepa, que Pixar no siga por el mismo camino.