Ciertamente no esperaba una película tan obrera. Esperaba algo más en la línea mágica y simbólica de algunos momentos de la película, que finalmente son los que verdaderamente me interesan.
No me suelen gustar las películas que continuamente son un sinvivir donde siempre falta dinero y se sobrevive a duras penas. Me angustian y me aburren. Sin embargo la historia de esta película es otra, aunque use esto como telón de fondo. Está muy bien llevada y se hace amena a la vez que dura.
En la historia de amor el simbolismo está llevado al extremo, se puede decir que no se ve nada pero vemos mucho. Me gusta, aunque quizá también me hubiera gustado que algo se hubiera dejado a la vista. En ese sentido puede dejar algo tibio al espectador que no entre de lleno en el juego. Y me suele gustar que las películas tengan cara oculta pero nunca a costa de sacrificar la cara vista.
Hasta aquí podríamos dejarlo en tres estrellas, cosas buenas, cosas malas. Pero lo definitivo para iluminar la cuarta es la realización tan consistente que se puede ver. Unos movimientos de cámara nunca exagerados pero sí muy llamativos, como cuando la cámara en un movimiento con grúa va mostrándonos como va subiendo el protagonista hablando por las escaleras durante varios pisos. Los encuadres magníficos, como era de esperar. Y los momentos de cortina al viento muy sugerentes.
Si yo fuera de los que dan gran importancia al contenido social, ofrecería sin dudarlo cinco estrellas, pues desde luego, desborda esta cualidad. Pero como no comparto esa idea del cine se va a quedar con las 4. En cualquier caso vale la pena verla.