Eli Roth, que desde que se dió a conocer con Cabin Fever fue apadrinado por Tarantino, nos trae la segunda parte de su Hostel, película de terrores y horrores que no estaba nada mal, pero que tampoco daba para mucho más.
Si en la primera parte los protagonistas eran chicos e iban de vacaciones a Europa del éste, en ésta segunda parte las protagonistas son chicas y van a Roma. Por lo demás no creo que la película repetirá esquema y mecanismos para intentar exprimir un poco más un género que, aunque parezca mentira, todavía consigue dar unos dólares.
El tal Eli Roth resulta interesante (es un decir). Tras Cabin Fever y sus dos Hostels, está preparando nuevos proyectos en la misma dirección: más horror y más comedia. Tarantino parece que ha visto algo en él (quizá algo más que un puñado de dólares) y él parece dispuesto a especializarse en películas con japonesas a las que les cuelga un ojo ( el que lo ha entendido lo ha entendido).
Pues eso: terror adolescente de teta fácil y sangre con ganas de chupar cámara. Excesivamente igual a su predecesora....