Paris je t'aime fue una joyita. No era para menos, los diferentes cortometrajes que componían
la película estaban dirigidos por una serie de cineastas de primera fila dentro
del cine independiente actual (los Coen, Coixet, Assayas, Cuarón, Tykwer y
muchos más que podría nombrar). Esto, unido a la magia de Paris, daba como
resultado una película excelente.
La cosa funcionó muy bien así que estaba claro que había que
repetir. En parte se puede decir que algo similar se hizo con Tokyo!, pero no era lo mismo, aquello
eran tres mediometrajes perfectamente separados, no un conjunto. Así que ahora
le toca el turno a Nueva York. La ciudad no se queda corta con la comparación,
no tiene la magia romántica de París, pero sí su propia personalidad muy
marcada, y mucho encanto. Además, al igual que en Paris, cada barrio tiene su
valor, su propio estilo. La ciudad no es el problema, al contrario, es el
acierto.
El problema lo vemos fácilmente al leer los créditos. No se
han conseguido directores de demasiado prestigio. El nombre que más resuena es
el del sobrevalorado Faith Akin, un
asiduo de festivales que no ofrece nada demasiado interesante. El exotismo viene de la mano de Mira Nair (casi como suplente de Gurinder Chadha), que ya rodó un
segmento de la película colectiva sobre el 11 S y que será quizá el nombre más interesante. Algunos directores con algún
premio de aval, pero que aún tienen mucho que demostrar. Y para colmo, Natalie Portman (que en Paris
protagonizaba una de las mejores historias) ahora se pasa a la dirección. Una
manera de intentar sacar de donde no hay. Al menos, la Portman participa también
haciendo lo que mejor sabe, actuar.
Es precisamente el reparto el que más sólido se muestra. El
chico de moda Shia LaBeouf; los
chicos guapos, Orlando Bloom y Hayden Christensen; la calidad de Chris Cooper, Robin Wright Penn, John Hurt,
Ethan Hawke y Andy García; la veteranía de Eli
Wallach (93!!) y Julie Christie.
Un interesante reparto (hay más) que no será suficiente para levantar la película.
Está claro que faltan algunos de los cineastas que mejor han
retratado Nueva York, como Woody Allen o Martin Scorsese (aunque estos ya lo
hicieron muy bien en Historias de Nueva
York) o Spike Lee por ejemplo. En cualquier caso, el poder de Nueva York y
el ritmo de las películas de episodios, pueden salvar el proyecto a un nivel al
menos entretenido.