Ésta película se puede definir por sus tres actores principales: por un lado será un poco Billy Bob Thorton (escenas con fuerza y humor duro), por otro lado será un poco Seann William Scott (chorradas y humor de semen), y en tercer lugar será un poco Susan Sarandon (algo de caché y saber hacer). Pero no nos confundamos: se trata de una comedia americana pensada por y para los americanos. El hecho de que llegue hasta nuestras carteleras es que siempre existe alguna distribuidora dispuesta a rellenar la cartelera con productos de éste estilo. Analicemos al triplete con mayor profundidad.
Billy Bob Thornton es uno de esos actores y/o personajes mediáticos con mucha fuerza y tirón que los norteamericanos gustan de ver en los cines de vez en cuando. El papel de profesor cabrón le viene como anillo al dedo. Le podemos ver en papeles como El granjero Astronauta o School for Scoundrels.
Seann William Scott es el motor de la trilogía American Pie y otras barrabasadas para jovenzuelos. No sé si su plan es sobrevivir en la industria a base de hacer siempre el mismo papel. Es cierto que por ahora le funciona.
A Susan Sarandon, que se dedica a caminar hacia la ancianidad vagando por la cartelera de forma desapercibida pero sin hacer el ridículo, la hemos podido ver últimamente en En el valle de Elah o Emotional Arithmetic.
Con ésta película, Craig Gillespie, Josh Gilbert y Michael Carnes (director y guionistas) comienzan su aventura en esto de hacer cine. Gillespie también ha rodado éste año Lars and the real girl, que se ha podido ver en el Festival de Toronto de éste año.
Lo dicho: típica comedia para americanos que también puede entretenernos...