Creo que habrá pocas cosas más forzadas que el humor francés. Los personajes siempre se sorprenden demasiado ante situaciones supuestamente extrañas y cómicas... que ni son tan extrañas ni tan cómicas. Quizá desde el país del Lazarillo de Tormes las cosas se vean de manera distinta que desde la retina de un buen burgúes europeo, pero yo me inclino a creer que incluso el francés más francés tiene que rechazar ya este tipo de propuestas. A saber: una pareja que compra un perro al que la mujer ama y que hace perrerias - nunca mejor dicho - al marido. Y a partir de ahí, te construyes tú mismo la comedia de hora y media que vas a ver.
Entiendo que la crísis está haciendo mucho daño en todos los sectores incluido el del cine. No hay más que ver los grandes estrenos de acción veraniegos... que brillan por su ausencia. Pero por eso debemos refugiarnos en el ingenio. En esas pequeñas películas que con poco hacen mucho. En tiempos de crísis es hora de que aflore todo el talento que seguro que anda por ahí desperdigado....
Situaciones manidas, copia directa a la comedia americana, y un montón de irritantes situaciones donde el actor se lo está pasando mejor que el espectador. Solo para espectadores con inteligencia subnormal.