Se trata de una sorpresiva cinta no conforme con cumplir el expediente, dinámica, seria y concienzuda en la idea de ser rítmica, original y atractiva para los más pequeños. Incluso para los no concedores de los tres payasos, una oportunidad de viajar al mundo del ecologismo y el concepto en sí de importancia de la diversión y la felicidad con tacto y alegría.
De imágenes no demasiado complicadas pero no por ello sencillas, se trata de una fórmula que se resiste a descatalogarse del plantel de capacidades técnicas dentro de la animación, que para películas menores como esta no resultan ni pesadas ni carentes de talento. Desde luego una historia a guardar en la estantería de los infantiles para sacar en cualquier momento dispuestos a dejar en buenas manos las mentes absorventes de los más bajitos de la casa.