Interesantísima la propuesta a la que nos invita la francesa Céline Sciamma. La película, escrita y dirigida por ella, nos adentra con un planteamiento totalmente inocente, en la identidad sexual de una niña de diez años que decide vestirse como un niño. Sus actos y las reacciones de los que la rodean, nos harán plantearnos muchísimas preguntas que a la mayoría de la gente no le gusta formular y menos aun, tener que responder.
Pese a la breve carrera de esta joven realizadora, solo podemos encontrar buenas referencias sobre ella. Su anterior y primer film, Water lilies (Naissance des pieuvres), obtuvo muy buenas críticas en el Festival de Cannes dónde participó en Un certain regard. Pasó también por el Festival de Toronto y fue nominada a tres premios César. Esta experiencia inicial también versaba sobre la sexualidad en la adolescencia, sobre el despertar de los sentidos y las inclinaciones de cada uno.
Este film viene avalado por su presencia en varios festivales internacionales, aunque llega con dos años de retraso a nuestras pantallas. Sospechando que Sciamma escribe sobre lo que mejor conoce, bienvenido sea su nuevo trabajo. La ambigüedad inocente de sentimientos limpios, nos hará sentir cierta incomodidad ante su naturalidad. Pocas veces se despiertan sensaciones así.