Curiosa película a la que se le pueden poner muchos peros. Que el guión esté completamente supeditado a la necesidad de ambientarse en entornos deportivos hace que todo sea un poco cuadriculado. Yo, personalmente, lo perdono. Porque lo considero un juego, una metáfora (que no es excusa en sí misma) y además tengo en cuenta que la mayoría de las escenas podrían haber sido idénticas en otros ambientes (por ejemplo, el campo de Golf era mero escenario). Quiero decir con esto que no es una necesidad, es una elección.
Buen comienzo con las normas del juego limpio. Brillante la escena del Squash, la clave del corto del que proviene, donde asistimos a un trepidante partido con un guión excelente y con una cámara que parece no estar en la pista. Muy bien.
Quizá después puede haber una serie de escenas más modestas para, sin duda, llegar a la apoteosis final, en el agua, con una serie de escenas muy complicadas de rodar y que consiguen un buen acabado. Se mantiene una buena tensión en toda la secuencia aunque al final la cosa se vaya un poco de madre.
Actores que se llevan la película, con presencia y consistencia. Quizá la fotografía sea un poco limitada. Desde luego una película muy entretenida y una buena crítica al mundo de los negocios (algo parecido a lo que veíamos en “El método”). Y es que al final hay un deporte más en la película: la escalada.