Espero sobre todo intensidad y originalidad. Dos factores que el cine alemán siempre ha sabido potenciar. Si se juegan bien las cartas esta podría ser una de las grandes películas de este año en el Zinemaldia.
La podremos ver en la sección nuevos directores. Por tanto, contamos con un director novato, Sven Taddicken, aunque ya tiene una película anterior que cosechó algunos premios como el FIPRESCI en el festival de Rotterdam, se llamaba “Mi hermano el vampiro”.
Entre los actores podemos encontrar algunos habituales del cine alemán. Por ejemplo Jürgen Vogel a quien pudimos ver en “Good Bye Lenin” y que este año ha recibido el premio a mejor actor en el festival de cine de Tribeca por “The Free Will”.
La premisa de esta película promete un dramón insoportable, sin embargo parece que el tratamiento que se la ha dado va más en una línea de comedia sana y amor, sin dejar de lado el drama. Una combinación que, creo, puede ser mágica y producir una adorable película tan dura como amena. Recomendable.