Me gustaría dejar claro desde el principio que aunque deba englobarse dentro del género de la comedia romántica, esta película no lo es. Como bien se nos explica y cita textualmente al principio del film, cosa que agradecí profundamente, esto no es una historia de amor. Así que ante esta tragicomedia de desamor, he de enaltecer una historia actual y fresca alejada de patéticos clichés, un ritmo perfecto, unos momentos chispeantes, unas interpretaciones decentísimas y una banda sonora que envuelve y que me engatusó vilmente al poder escuchar a los Pixies versionados en un karaoke.
Si bien al principio fruncí el ceño cuando vi que un pantallazo marcando los días iba a ser la tónica durante todo la cinta, después comprendí que se convertía en una herramienta ideal para narrar la historia como se nos quería mostrar. Porque además de presentarnos la relación desfrangmentada y desordenadamente, empezando por la ruptura y siguiendo por torpes inicios y románticas situaciones y los posteriores eventos, el mensaje que nos deja el final de la historia es que cuando estás tan terriblemente enamorado, hay cosas evidentes a los ojos del resto, que el corazón no te deja ver y que no sólo de compartir tendencias artísticas afines vive una relación.
Sin embargo mentiría si no dijera que ha habido aspectos de la cinta que me han suscitado sentimientos encontrados. Cuando al final se nos enseña finalmente los auténticos motivos por los cuales la chica deja a Joseph Gordon-Levitt, no pude evitar acordarme de películas como El maquinista por poner un ejemplo, jugando con las verdades a medias y ocultándonos información. Pero al contrario del cabreo que pillé con aquella, en esta ocasión acepto que es acertado utilizar el amor como evasión de la realidad, y es que uno también tiene su lado tierno por el que se deja embaucar.
Por otro lado, el papel de la niña preadolescente cargada de buenos consejos sentimentales puede parecer chirriante, sobre todo porque la película consigue en mayor o menor medida identificarte con la historia y sus personajes. Aunque esa parte no resulta creíble, acaba siendo un contrapunto cómico que enriquece la singularidad del film.
Resumiendo, resulta un placer poder ver películas que se desmarcan de los cánones establecidos, que buscan una nueva manera de contar algo, pero ahí es dónde esta cinta no me ha dejado regalarle la quinta estrella. Que nadie se lleve a engaño, este es simplemente otro relato de chico conoce a chica, pero que merece la pena ver por su particularidad, que entretiene y que hace reír y pensar.