Crítica de la película Penance por Iñaki Ortiz

Ponga una miniserie en su Festival. Ahora no eres un festival a la moda si no incluyes una miniserie de algún director de renombre en tu programación. En Cannes estuvo el Carlos de Assayas; en Venecia, Mildred Pierce de Todd Haynes; y en San Sebastián estuvo Misterios de Lisboa de Raoul Ruiz. Realmente, estas miniseries están más cerca de ser una película larga que una serie corta, por su concepción narrativa, por su producción, por su reparto... Sin embargo son demasiado largas para que hoy en día sean prácticas para la distribución en cines. Se puede hacer una versión corta, como con Carlos. Si no quieres resignarte a verlas en la pequeña pantalla o mutiladas, lo mejor es pillarlas en un festival.

Pero a lo que vamos, el director de esta es Kiyoshi Kurosawa, que no, no tiene nada que ver con el otro, pero él ya está consiguiendo tener su hueco en el apellido. Cure y Pulse, dos películas de terror que le han dado un prestigio considerable, especialmente para los fans del cine de género japonés. En otro tono, hace poco pudimos ver Tokyo Sonata, crítica social japonesa, que también la hay.

Las premisas de la película, el contexto y el tono pueden recordar a otra exitosa película japonesa bastante reciente: Confessions, con un crimen, un misterio y una reacción inesperada. ¿Suficiente para mantenernos interesados cuatro horas frente a la pantalla? Espero que sí.