Tenía ganas de verla pero me ha decepcionado. Y vuelvo a salir defraudado con Brian de Palma tras La dalia negra. Aunque tengo que decir que tiene un comienzo fresco y que promete. Desde el minuto uno del film tenemos al soldado Salazar con su cámara con la idea de grabar todo lo que ocurre en tierras iraquíes así como las entrevistas a sus compañeros de ruta y los quehaceres diarios invitando a cada uno de ellos a expresarse libremente. Y podemos verles de tertulia discutiendo sobre el porqué de su presencia allí. Encontramos un escenario humano. Me parece interesante e invita a la opinión.
El Sarabande de Haendel de fondo, los soldados frustrados, el sol abrasador de la ciudad de Samarra y los controles a los vehículos de posibles insurgentes es un conjunto que me gusta. Me gusta porque va acompañado de planos interesantes y porque la carencia de diálogo te desata mucho de la coyuntura. Es un alivio en unas circunstancias tan hostiles. Quizás sea la parte más técnica de la cinta y no me disgusta. Y la parte más humana de los soldados.
Pero el guión empieza a cojear (si no lo hacía ya antes) y empieza a aburrir. El anonimato del reparto me ofrecía alguna oportunidad de descrubrir algun talento suelto pero me doy cuenta de que tampoco. Y la música de los cañones tampoco aparece. Por lo tanto se queda muy suelta. El Sarabande de Haendel vuelve aparecer y te resucita, te ayuda a creer que volverá de nuevo a lo del principio.
Es entonces cuando entra en acción la "segunda parte" de la cinta. Y cambia por completo. Encontramos la cara más cruel de los soldados, bestias humanas que arrasan con todo lo que ven a su alrededor. Hay minutos donde la única reacción del público bien podría ser un silencio sepulcral pues no niego la dureza de las escenas. Me parece necesario el cambio de rumbo de la peli en este sentido pues empezaba a ser aburrida. Esta segunda parte es la que crea conciencia y no invita a la opinión sino agita.
Invito a la gente a que le eche un vistazo. Me sigue pareciendo contemporánea y atrevida. Aun así me la esperaba de otra manera.