Llega la tercera parte de esta exitosa saga, que tantas alegrías ha dado a los productores de la Disney y que equivocadamente creo yo, como ya recogimos anteriormente, no va ser la última de Piratas del Caribe. Las trilogías están de moda, pero poderoso caballero es don dinero, y ya se sabe, el negocio del cine no está para desperdiciar oportunidades de llenar un poco mas las arcas.
No nos engañemos, esto es simplemente cine para pasar el rato, pero con mucho mas nivel que otros bodrios estilo Click que nos vienen del otro lado del océano. Aventuras y diversión, que espero que retome un poco el rumbo de la primera parte en algunos aspectos y no se pierda otra vez con ese toque infantil al estilo Coyote y Correcaminos que incomodaba levemente en Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto. Aunque mucho me temo,que en las terceras partes, el nivel del guión suele bajar y tiende a resultar solo eso, un poco mas de lo mismo, pero mas rebuscado y no tan fresco como en las anteriores.
El final inacabado al estilo El imperio contraataca de la segunda parte, nos dejó ese regustillo en la boca con ganas de ver mas, por lo menos en mi caso. Como una maruja adicta el tomate, volveré a hacer todo tipo de comentarios apestosos en contra de Orlando Bloom(Elizabethtown, El reino de los cielos), destacando aun mas si cabe, el afecto que me suscita Jack Sparrow, el personaje que interpreta Johnny Deep(La ventana secreta, Charlie y la fábrica de chocolate) de una manera excepcional. La bella Keira Knightley(Domino, Orgullo y prejuicio), tendrá que volver a equilibrar a estos dos personajes.
Poco mas que decir, un producto llevadero y entretenido, con apabullantes efectos especiales y un especial sentido del humor. ¿Y que mas se puede pedir ahora que se aproxima el verano?