El silencio antes de Bach es una obra algo más reciente que disfrutar, o no, del célebre conocido Pere Portabella, que ahora estrena esta película que nació en el año 1989, y que tratará de hacernos un original tratamiento de la línea narrativa y sus pormenores, entorno a tres personajes de visiones muy distintas. 89 minutos de complicado acontecer y quizás demasiado esfuerzo para un espectador de aquella época complicado, pero de esta quizás algo más acostumbrado a esfuerzos como este de tratar de conciliar experimento de narración.
Podemos ver a Josep María Pou (Barcelona un mapa o en la próxima Carlitos y el campo de los sueños), en otros tiempos pero con la misma capacidad, a Francisco Guijar (Dalí) o a Carmen Elías (Mortadelo y Filemón. Misión salvar la tierra entre las más recientes), demostrando otra manera, otro ser de actores que dicen y pienso que ya no se da, pero que al servicio de proyectos tan extraño, por decirlo de alguna manera, resaltan más.
En el Festival de Cannes de 1990 tuvo bastantes pocos hinchas a la hora de su estreno, y eso que se trata de Francia, ahora como pasa mucho, con la curiosidad del tiempo, puede que existan más interesados que no adeptos, pero también puede que el, al parecer tremendo juego antinarrativo, acabe por cansar hasta a los más valientes. Yo no lo intentaría, pero bueno.