Alguno
me dirá, que tanto por sus películas como por su biografía, el
reconocido director coreano Kim Ki-duk ya estaba bastante pirado.
Pero lo de este último trabajo suyo va mucho más allá. Dirige,
escribe, produce, monta, se encarga del sonido y la fotografía... e
interpreta 3 papeles. Se trata de una especie de documental de repaso
a su filmografía, al tiempo que realiza una autointrospección con la habitual carga de simbología.
El
director ha rodado algunas de las mejores películas de su país como
son Hierro 3,
El arco o La isla.
Se puede decir que sus últimos trabajos no han estado tan a la
altura. Esto no evita que haya seguido manteniendo hasta cierto punto
su estatus en festivales, y ahora estrena este extraño experimento
suyo en la sección Una cierta mirada del festival de Cannes.
Aunque
suelo seguir la filmografía de este irregular director, esta vez
creo que voy a pasar, se ha vuelto loco, más aún.