Los videojuegos reverdecieron en los 90 un sub género que hacía ya unos cuantos años había despuntado en el ámbito del cómic, y que hace bien poquito ha pretendido encontrar su espacio en el cinematógrafo: el subgénero "versus". Me explico.
Robocop y Terminator ya tuvieron su cara a cara en la consola, y Alien y Depredador hicieron lo propio primeramente en viñetas, para luego convertirse en carne de videojuego y, después, de algo parecido a una película.
La pelea de los productores, de los que más de uno ha creído ver una gran posibilidad de hacer dinero en este subgenerillo de marras, ha seguido adelante intentando dar luz verde a mamarrachadas sin sentido como Batman vs Superman -lo que me hace reflexionar, ¿qué cojones harían? ¿quién sería el malo, Batman que es más oscurito y raro raro raro, o Superman para darle el toque doble vida majetón de día cabrón de noche? ¿O acaso pelearían para comprobar quien salva más viejecitas por día? Terrible.
En cualquier caso, que nadie se crea que la fórmula es mínimamente reciente. Ni de coña. En sus buenos tiempos a alguna mente cachonda ya se le ocurrió enfrentar a dos mascotas de lo más entrañables: King Kong y Godzilla. Dos muñecos de peluche con dos cojones por bandera. El suelo retumbó con su cara a cara.
Ahora Peter Jackson amenaza con retomar el mito de King Kong, el puro, el solitario, el enamorado gigante que destroza lo que pilla a su paso por su amor a una rubia platino. Pues no os lo creáis. Es mentira. Lo que Jackson ha perpetrado cual malo de peli de 007, secretamente en su guarida, es una nueva peli género "versus", recuperando los más terribles monstruitos ya empleados por Spielberg en Jurassic Park, para enfrentarlo al abuelo grandote de Gorilas en la Niebla.
"King Kong vs Jurassic Park" que podría haberse llamado la parida, o "King Kong vs T-Rex", porque el lagarto Juancho que aparece en el multidescargado tráiler de la películilla de marras es clavado hasta las patas de gallo al lagarto de la peli de Spielberg. Pero clavado. Vamos, que si uno es zurdo, el otro también, y si uno lee el ABC entre bramido y bramido, el otro también.
Resumiendo, que me dará mucha pereza dejar de hacer algo que casualmente (uy qué curioso...) estaré haciendo el día que la estrenen, para ir a verla. Pero es que son muchos días. Lo mismo uno de ellos me convencen... Antes repasaré a fondo el resto de la cartelera.