En los falsos trailers de Tropic Thunder podíamos ver uno de los últimos trabajos de Kirk Lazarus (el perosnaje de Robert Downey Jr.) en el que interpretaba a un personaje religioso atormentado. Cuando veo el cartel y en general, la promoción de La duda, no puedo evitar recordar esa parodia.
Dos actores de categoría más que reconocida, Philip Seymour Hoffman y la gran dama de la interpretación, Meryl Streep, son los reclamos básicos de esta película que parece estar cortada a la medida del molde. En el cartel, bien claro el alzacuellos de Hoffman para darle un tono de drama religioso con mucho secreto de fondo. Resultado: nominaciones a 5 oscars, incluyendo, por supuesto, a ambos intérpretes (él como secundario), y de regalo a dos secundarias más, Amy Adams y Viola Davis. El guión adaptado, también. Y es que esta película, está diseñada perfectamente para tener apariencia de Oscar, de drama elegante y serio. Incluso profundo.
Desenmascaremos a su autor: John Patrick Shanley, que como director sólo tiene la experiencia de -atención- Joe contra el volcán. Ahí es nada. Como guionista tiene una experiencia más dilatada en la que se pueden encontrar títulos de la calidad de Congo (sí, aquella del gorila soltando lo de "Amy, cosquillas, Amy guapa...") o el colmo del morbo-drama ¡Viven!. Así las gasta Shanley.
¿Esta película será mejor que las otras? Evidentemente. Pero que nadie espere ahora un derroche de talento de donde no lo hay, sólo será una película que parezca mejor, con la que el público más empeñado en aparentar buen gusto pueda sentirse bien. La película de Ben Stiller no podía haber sido más certera.
No hay duda.