Qué espanto. A estas alturas muchos sabréis ya que esta película que debería tenerlo todo para ser un éxito fácil en USA en un inicio sencillo de verano (los títulos gordos aún no han llegado, a excepción de los vampiros diabéticos) se está dando el batacazo. Dice el estudio que apostar por un título complejo (atención al "complejo" juego de palabras del original: Knight and day) y una película adulta de acción es lo que les ha llevado al fracaso.
Bien. Me alegro del fracaso, pero si ese es el diagnóstico, que se coman cien hostias más, por favor. El esquema agente secreto (o lo que sea) y simpática muchachita inocente juntos en su huída por los mundos del señor, repletita de frases tontas y acción desproporcionada, pertenece definitivamente a los 90 (unos 90 primerizos y además bien retrasados, todavía, nada adelantados), por mucho que alguna revisión, como Sr y Sra Smith, haya funcionado gracias al tirón de su pareja protagonista.
Estos argumentos vestidos de comedia de Jennifer Aniston o alguna tontería semejante (tonterías que aún funcionan en la taquilla usamericana, sea dicho) aun dan rédito, sí. Lo dan si parten de un presupuesto moderado, propio de ese perfil de comedias. Pero vestidos de exagerada y carísima acción con chistosillas líneas de diálogo se quedarán siempre en segunda línea (y ahí van a estar los no demasiado espectaculares números de la más barata El equipo A para demostrarlo); ahora la acción debe llegar de otra manera, con otro empaque. Y ahí va a estar Nolan en unas semanitas: Para demostrarlo desde el otro lado del ejemplo. (Solo Stallone parece capaz este verano de funcionar recuperando las más nostálgicas hostias de la gran pantalla, aunque eso sí: en su caso recién recuperadas de los 80; es otro rollo. Y además las va a vestir de polvo y sangre propios del XXI.)
A lo que iba con toda esta chapa: Noche y día no es adulta. Es para gilipollas. Así que, gilipollas, que la disfrutéis.