Lo realmente sorprendente de este Segundo volumen viene de la mano de las espectativas, ya que la primera edición se mostraba como una cultura de otro cine pero a lo grande convirtiendo el b en otra letra de mayor renombre, pero nos encontramos con Tarantino por excelencia. Si en la primera jugetea con la idea de hacer ese cine peculiar y exagerado pero muy hábil a la vez que sencillo, en esta edición se muestra puramente Taranto y no especula con nada, se cansa de su treta y nos lanza su violencia y consecución de matanzas como si nada, a ritmo de escena aquí y allí, como quiere, donde quiere y recordando las conversaciones y peripecias de Travolta y Jackson juntos.
A mí no me parece mal, que su cine sea ese no es excelentemente plausible, pero a mí me gusta , me entretiene y de vez en cuando encandila, yo le animo a hacerlo, sobre todo por más de un planazo, algún que otro retruecano en los guiones y la indiscutible potestad de cautivar a sus espectadores con el qué coño sucede ahora. Pero, si vamos al grano ¿es más película ésta que la anterior?
Indudablemente sí, porque primero es lo que le gusta hacer y lo hace bien, y porque la primera aún siendo una excelente parábola de acción y belleza no tiene los pulmones de esta a la hora de desarrollar a los personajes y sus situaciones. Vol.1 es para admiradores del subgénero y ésta para todos, guste o no, encandila, tiene genio, personalidad, no sigue más patrón que el que marca él y se nota que disfruta.