La procedencia de esta película ya supone un cierto aliciente para el espectador curioso. Y es que el cine canadiense no es demasiado conocido en Europa. Lo cierto es que, además de hacer buenas películas, Canadá es uno de los países que más profesionales de la industria exporta a sus vecinos estadounidenses. Sin embargo esta comprensible fuga de valores no merma su vocación cinematográfica. Si sacamos a relucir nombres de festivales como los de Toronto o Montreal la cosa queda bien clara. Denys Arcand es sin duda uno de sus directores más conocidos. Películas como El declive del imperio americano, Las invasiones bárbaras o su reciente La edad de la ignorancia se han proyectado en las salas de medio mundo. Es precisamente su hermano, Gabriel Arcand, uno de los principales actores de este film.
Maman est chez le coiffeur es el décimo largometraje de la directora de origen suizo Léa Pool. Aunque por aquí su nombre no nos suene demasiado, se trata de una de las figuras más importantes del cine canadiense. Con la infancia como telón de fondo, la película narra una historia familiar ambientada a mediados de los sesenta, la excusa perfecta para embarcarnos en un viaje a medio camino entre la comedia y el drama. Además del mencionado Gabriel Arcand, el reparto lo componen Céline Bonnier, Laurent Lucas y los jovencísimos Marianne Fortier y Hugo St-Onge-Paquin. Aunque su propuesta ya se ha visto muchas veces, seguramente la directora sabrá dar un aire especial a la película. Su cine de autor amable puede resultar estimulante para los que busquen emocionarse sin complicaciones.