Con una línea más forzada debido a continuar el guión en el punto anterior, final de la primera parte, la película se mece en la indefensión de unos personajes que deben encandilarnos por su amor, pero solo nos dejan poco interesados porque la fastidiosa acción desmedida, la necesidad de dejar pausas y excusas para detener los violentos contactos bien llevados digitalmente, hacen que el film decaiga en una búsqueda de final de choque de trenes.
La escena de amor sexual, forzadísima, es el único intento para salir de una hostilidad de palabras tan medidas y expicativas que no te deja entrar de lleno en las algo menos trabajadas ambientaciones.
Baja en general, y solo los amantes de la historia, seguidores de un tipo determinado de mundo pueden soportar sin inclinarse en la butaca una historia que es en sí misma una historia que termina enseguida, yo diría, que el la película anterior.