Zabaltegi es la encargada de ofrecernos los primeros trabajos de los denominados Nuevos Directores. En este ocasión el argentino Pablo Agüero viene a Donostia para presentarnos la película 77 Doronship. Con un título tan especial, esta coproducción francoargentina viene a certificar lo que los proyectos llevados en común suelen ser más ricos y suelen enriquecerse de distintas tendencias y escuelas de cine.
Por eso, la película de Agüero tiene bastantes posibilidades de recurrir al continuo diálogo entre los protagonistas acompañado de planos estáticos y tirando de los interiores. Una primera impresión de lo que sugiere la cinta del director argentino puede decirnos que es la típica película de festival, con perfil un poco gastado y que no va a sorprender. Aunque gustar seguro que sí. Y ahí podríamos entrar en el debate entre dar prioridad a la subjetividad del público o a las valoraciones de los críticos más reconocidos.
No creo que Agüero se distraiga intentando hacer cosas nuevas y que impacten. Su principal objetivo es agradar. Su trabajo más grande ya llegará en tal caso. Mucha charla, mucho debate, psicología, vino, cigarrillos y esencia humana. Me gusta pero es lo típico.