Mujer blanca, madrastra de niño que sufre alucinaciones, esposa del único hombre laico encargado de estudiar unos bajorrelieves en la que aparecen los "Visitantes", atropella a una de los Visitantes, dando lugar al inicio de un clásico guión de investigaciones paralelas: la del propio bajorrelieve; y la de la extraña fijación que un niño, antiguo interno de un orfanato en el que actualmente vive el niño con alucinaciones, tiene con la muerte. ¡Si Sherlock hubiera visto esta película antes de hacer sus casualidades en el cine...!
Y yo, amante de la casualidad por antonomasia, no me la trago, me parece excesiva, insultante, y de código penal.
Mas no penséis que mi cabreo viene de esta menudez, sino de la unión de ésta con un guión desacompasado, con un batiburrillo sin estilo ni imaginación de los elementos más básicos del género, con una dirección de telefilm de serie Ypsilon, con unos actores, incluyendo a la Ricci, de premios Razzy, una BSO de programa informático con IA de la década de los 90...
¿Pero cómo se puede hacer una película tan mala con una premisa argumental tan interesante? Intentar buscar más justificaciones a la ÚNICA estrella sería como insultar directamente al ejercicio analítico en sí mismo.