¿Quién no está deseando disfrutar de la última película de uno de los mejores directores del cine español? Director de cine español que no de género “cine español”.
Está claro que muchos dirán “yo no”. Muchos dirán que Garci es un acartonado director anticuado que filma para sentir el placer de los clásicos y cuyos planos interminables de dos personas hablando con las lágrimas a flor de piel son de lo más plomazo. Otros dirán que a qué santo a estas alturas nos traen a la preciosa Ninette que ya Fernán Gómez nos mostrara allá por el 65. La misma obra de Mihura adaptada y posiblemente no sea una revisitación modernizadora. Y me dirán que a ver que pinta la Pataky de protagonista, posiblemente acompañado de una aseveración soez sobre sus méritos en el casting. Y por otro lado Carlos Hipólito, a ver si sólo vive de Garci y de ser la voz del más joven de los Alcántara. Y que si con Beatriz Carvajal y Miguel Rellán eso va a parecer “Compañeros”. Y que Garci es en definitiva el gris muro retrógrado que impide avanzar el cine.
Pues yo responderé. Y responderé así:
Garci no es un plomo, tan sólo es deliciosamente pausado, y quien no quiera disfrutarlo que ni se acerque al cine. ¿Anticuado? Clásico diría yo. Ninette será a partir de ahora la Ninette de Garci porque tendrá su seña de identidad y su fuerza y humor. Y la Pataky se salió en “tiovivo c. 1950” y no hay por qué desconfiar aunque este sea un papel de mayor duración. En cuanto a los demás, nadie como Garci sabe escoger a los actores correctos para el papel, de manera que casi no necesitan actuar pues están hechos a medida. Él tiene tanto cine en su retina que no necesita tiempo para llevar a su mente el nombre del actor que encaja a las mil maravillas en el papel.
No será rompedor ni sorprendente, pero seguro que yo saldré más que satisfecho del cine, con su pulso firme y su cuidado por los detalles, esas camas viejas, el papel de las paredes aviejado, las ropas... todo eso está muy bien.