Recuerdo más bien poco de Guardianes de la noche, la primera parte de la película que me traigo entre manos en ésta precrítica. Sólo recuerdo que era mala y ridícula.
Lo único bueno es que, desde el principio, estaba pensada como una trilogía. Es un alivio saber que éste segundo despropósito no es fruto del éxito comercial de la primera parte sino de una historia pensada en tres partes. Eso la honra, desde luego. Lo que pasa es que la historia ha pasado de aburrir a irritar. ¿Un elegido? ¿Una profecía? ¿Unos guardianes de la noche? Ni siquiera el maquillaje o los efectos especiales pueden resultar atractivos. Se trata de otro plagio-copia-homenaje al cine de terror de los ochenta, más propio de gente sin ideas que de auténticos fanáticos del género.
Que quede claro que yo voy a verla. Una vez metidos en harina, tengo curiosidad por saber si todo lo malo de la primera parte se confirma o, por el contrario, el equipo ha aprendido de los errores y sale a la segunda parte con ganas de deslumbrar.
Quién sabe, si George Lucas se permite cosas como La amenaza fantasma, ¿por qué no se va a permitir otro cualquiera cosas como Los guardianes del día?