Hay que decir que la apuesta de dar el mando a Mendes ha sido un éxito. Como fan del personaje clásico de Bond, y con la buena mano y el tino de quien sabe que no puede perder la perspectiva actual, ha conseguido un equilibrio perfecto entre el 007 que Craig ha construído y la esencia del personaje que (viendo ahora Skyfall) parece evidente que se había perdido.
Hay que decir, también, que a Mendes en todo el tramo final (el tramo Skyfall, precisamente) se le va un poco la mano. Precisamente cuando quiere apuntar a los orígenes de Bond acaba por perder algo esa esencia que había clavado en el resto de la película y, en cualquier paso, lo peor: Se le alarga un poquito de más toda esta parte. Un asedio a 007 y M que curiosamente, en el momento pretendidamente climático, nos deja algo más fríos.
Hasta aquí Skyfall es un disfrute sin 'peros': La pelea en Sanghai, en ese escenario tan pop y conseguido, con esa medusa de luz y color; la pelea en la arena entre dragones; el rostro desfigurado de Bardem... Elementos entre lo cool y lo grotesco, bailando en ese ámbito inverosímil tan propio de la saga y, al fin, tan reconocible.
Es cierto que el plan del villano de turno (gran Bardem al que esta vez el doblaje no ayuda en absoluto) no se sostiene, es un enorme cúmulo de despropósitos argumentales. Tanto el personaje como su "plan" recuerdan mucho al del Jóker de Nolan -otro plan que tampoco había por dónde cogerlo-. Recuerdo que Sherlock le perdonaba a Nolan, con Batman, ese alto grado de desfachatez. Yo no. Yo se lo perdono a Mendes con Bond, cuestión de filias. (Aunque me molestaré en aportar un argumento para ello: Mientras Mendes evidencia un esfuerzo por devolver a 007 a ese universo más increíble e hiperbólico, Nolan teóricamente pretendía llevar al personaje de Batman a un perfil más realista... ¡y ahí, esa etiqueta debe aplicarse a todo!)
Por cierto, tanto la intro, potentísima, como el tema de Adele, funcionan muy bien. Un 007 de los más disfrutables. Y tras Mendes, si los números de taquilla apoyan, ojalá sigan apostando por directores con carácter.
PD: Qué listo es Sam Mendes, fijaos como en muchos de sus planos cortos, prácticamente siempre, filma a Bardem ligeramente desde abajo, en contrapicado, para buscar esa nariz imperfecta, incluso molesta... que casi siempre se ha filmado "a la altura", escrupulosamente, buscando su lado menos interesante: Su perfil de boxeador.