Este título, viene de estar nominada a 9 premios Cesar, de los cuales se llevó 3 galardones finalmente y además, ha arrasado en la taquilla francesa. Digo lo de además, porque en nuestro país ya resulta complicado pensar en un título que triunfe en taquilla como por ejemplo Fuga de cerebros y pueda optar a estar nominada a alguna categoría en los premios nacionales. Pero eso ya es otra historia, que no viene al caso comentar aquí.
Estamos ante la segunda película de Rémi Bezançon tras Mi vida en el aire, que también se encarga de escribir. El retrato de una familia, más dramática que su antecesora, que seguro nos dejará pasajes amargos y reflejos de nuestras propias vivencias, porque todos, más cercana o más lejana, tenemos que coexistir con nuestra propia sangre.
Se adivina una cierta originalidad en el planteamiento y un buen trabajo en la dirección, porque historias sobre familias, hemos visto todos muchas ya. Ahí radicará su gran problema, porque mostrar algo diferente, que atraiga nuestra atención y que logre interesarnos sin ahogarnos en los problemas ajenos, es una tarea difícil.