Evidente es a estas alturas la buena la salud de la que goza el cine hecho en Palestina y alrededores o que recoge la temática del conflicto palestino-israelí en cuanto a su paso por festivales o proyecciones al uso durante el resto del año. Causan simpatía por la causa, suman militancia y además uno adquiere conocimientos prácticos y fáciles que son absorbidos con facilidad. Primero se probó con el binomio terrorista-atentado (la clásica historia) con Paradise now. Enorme. Después, a los años, el Festival de Cine de San Sebastián incluyó entre las que brillan a El cumpleaños de Laila. Esta vez la comedia palestina en la gran pantalla. Toma ya. Esta cinta fue un paso hacia adelante hacia la normalidad, la normalización de una sociedad que también se enfada por perder un taxi o querer comprar a tiempo el regalo de tu hija. Porque tiene y debe haber espacio para esto también.
Por todo esto, creo que es la hora de la verdad, de la búsqueda de esa fórmula perfecta que combine la realidad de la sociedad palestina, un conflicto personal, una historia de amor sin que se desvíe hacia la carne, evitando el producto rosa de la bomba fácil o el judío machacón. Normalizar significa dotar al cine palestino de aptitudes propias del séptimo arte, aupándose él mismo y creyéndoselo. Para esta edición, The attack ya goza de un plus estando en Sección Oficial. Su punto fuerte y débil se cruzan en el mismo punto. Y es que se trata de la adptación del best-seller de Yasmina Khadra con muchos lectores a sus espaldas y que seguro están impacientes de disfrutar y valorar la versión cine. Pero esta es también su cruz ya que todo lo que viene del papel facilmente se hace pedazos en el cine y pocas veces la pluma y la cámara se hacen amigas.
Tercer trabajo en la gran pantalla de Ziad Doueriri quien representa al cine libanés con la misma. Sí, sí, no es palestina. Por eso, es un avance en este sentido. Desde otro ángulo la cosa puede funcionar, ¿porqué no? Mucho me temo que la fórmula hará estragos conviertiéndose en carne fácil y sabor a militancia antes que diseñar un escenario más estable. Tengo mis dudas aunque le tengo ganas. Una incógnita.