Para ser una película de monstruo, para venderla como terror comercial, esta cinta posee un alma muy distinta, y sobre todo un elemento fundamental que hace que te quedes enganchado a la primera, enseñar al monstruo sin miedo, sin complejo y con alevosía, así a la torera, seguido de un ritmo francamente intenso en la escena inicial y de planazos que me recuerdan también el comienzo de El amanecer de los muertos.
Con el trabajo medio hecho ya, encima se preocupa del entretenimiento en forma de humor, exagerando una serie de situaciones que no dejan de quedar en absoluto desposeídas de sentido, y para colmo adereza con una crítica mosdaz de su país y del eterno discutido de la guerra biológica.
Es en una palabra completa, quizás le falta el poder de una película embriagadora para todos, este género no llega fácilmente a toda la masa, pero desde luego en un auténtico golpe en los dientes de cuantos hacen del género algo repetitivo y previsible.
La grata sorpresa de contemplar la película es un placer que animo a disfrutar y a imitar, aún quedan huecos en la memoria para un par de seguidoras de este estilo, o incluso más, así nos podemos poner a disfrutar de mucho mejor producto. Un acierto incontestable.