Crítica de la película El Laberinto del Fauno por Iñaki Ortiz

Uno puede estar harto de ver películas que retratan la guerra civil española, o en este caso, la posguerra, con los habituales arquetipos y situaciones de injusticia y pasión. Posiblemente en ese sentido esta película volverá a tener ese principio de cansancio de retina que producirá un amago de rechazo en el espectador hastiado.

Pero la película tiene truco. Está escrita y dirigida por Guillermo del Toro, ese director mejicano que lleva ya muchas películas siendo prometedor pero que nunca termina de dar lo que promete. Quizá esta sea la ocasión. La película está teniendo muy buena acogida. Pasó por Cannes y gustó mucho La pudieron ver en Sitges donde gustó pero no tanto, sin duda los espectadores ávidos de cine fantástico se quedaron un poco decepcionados. Y como tercer dato, comentar que “El laberinto del fauno” es la película elegida por Méjico para los Oscar.

Buenos augurios, sin duda. Del Toro ya inició su particular trilogía sobre la guerra civil con “El espinazo del diablo”, una película que tenía una estética fabulosa y que prometía tanto como decepcionaba con un guión que se desinflaba antes de cruzar el ecuador. Creo que esta será mejor, y ya he ofrecido varios avales.

En el apartado de interpretación, aparte de la niña protagonista que esperemos que haya estado bien elegida, tenemos a Sergi López a quien recientemente hemos podido ver en la francesa “Pintar o hacer el amor” y es que el actor está trabajando en Francia últimamente. Un intérprete curioso que no me suele terminar de convencer, quizá por su forma de actuar demasiado personal, pero que creo que está muy bien elegido, al menos estéticamente, para su papel. Junto a él, ese mito del desnudo español que es Maribel Verdú, una chica que sabe hacer, cada vez más.

Espero que esta vez hay algo más que estética.