Crítica de la película 7 días en la Habana por William Munny

7 capítulos como días de la semana conforman esta película centrada en las miradas de la ciudad de La Habana. Benicio del Toro, el cubano Juan Carlos Tabío, Elia Suleiman, Gaspar Noé, Pablo Trapero, Julio Medem y Laurent Cantet son los encargados de dirigir sus imágenes e historias sobre el popular entorno de la gran urbe.

A uno siempre le apetecen este tipo de intentos de colaboración que nutren a ciudades del consuelo de lo artístico desde el cine. El sabor cubano, sus formas y colores, su día a día lejos de lo político o no, dependiendo de las historias que se muestren, siempre apetece para echárselo al cuerpo.

Lo que está claro es que la simpatía, la narración especial y el reducido espacio de cada metraje probablemente nos llenen de ese sabor especial del cortometraje que apoya el conjunto de una película.

Si además unimos a Emir Kusturica, Vladimir Cruz, Daniel Brühl entre otros actores en cada uno de los rostros de las historias pequeñas pero grandes, el resultado final será un peliculón en potencia, aunque los premios sean para otras formaciones más formales del celuloide.